domingo, 1 de junio de 2025

MOVIMIENTO Y SALUD

 “Todas aquellas partes del cuerpo que tienen una función, si se usan con moderación y se ejercitan en el trabajo para el que están hechas, se conservan sanas, bien desarrolladas y envejecen lentamente, pero si no se usan y se dejan holgazanear, se convierten en enfermizas, defectuosas en su crecimiento y envejecen antes de hora”    (Hipócrates 377-315 a.C.)

Una de las principales características propias de este mundo occidental, a comienzos de este milenio es el sedentarismo. La falta de movimiento nos lleva a desarrollar enfermedades, por lo contrario, un estilo de vida físicamente activo mejora nuestro estado de salud: colesterol, triglicéridos, glucosa, tensión arterial, sobrepeso corporal, son algunos de los aspectos de la salud que pueden combatirse, revertirse y controlarse mediante actividad física adecuada, controlada y organizada.

¿Cuánta actividad física se debe practicar para la salud? El Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM) recomienda realizar tres a cinco sesiones de actividad física semanales, de 20 a 60 minutos cada una. Si uno es sedentario, puede comenzar realizando períodos cortos varias veces al día, tratando de acumular tiempo diario de movimiento: 15 minutos varias veces al día nos puede brindar tantos beneficios como realizar una sesión de 60 minutos.

¿Cuál es la mejor actividad física? Hay montones de alternativas y propuestas de movimiento como nadar, correr, el gimnasio, deportes, pero no hay mejor actividad que la que se practique. Para que sea completa, nuestra actividad debe comprender trabajos de flexibilidad, fuerza y estimulación cardio-respiratoria, en función de nuestras características y objetivos personales.

Tenemos que conseguir que los que somos sedentarios, nos iniciemos en la actividad física, los que practicamos algún tipo de ejercicio, lo incrementemos y organicemos, y que todos hagamos de la actividad física un hábito permanente.

“Si pudiéramos dar a cada individuo la medida justa de ejercicios y alimentos, ni pocos ni demasiados, habríamos encontrado la mejor forma de lograr la salud.”    (Hipócrates 377-315 a.C.)

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